Durante estos días todo lo que he escrito en mi blog ha sido relacionado con las nuevas tecnologías. Sin embargo, hoy me gustaría comentar algo que no tiene nada que ver con ellas. Tiene que ver con una serie de sensaciones que ando experimentando desde hace un tiempo al ver tan cerca el fin de la carrera. Y es que me empiezo a plantear un montón de cuestiones, como por ejemplo, una vez que acabe la carrera qué es lo que voy a hacer. Ahora mismo, me siento un poco desorientada, ya que sólo me queda terminar de cursar la asignatura de las “tecnologías de la información y comunicación en educación “para finalizar mi etapa universitaria. Resulta “gracioso”, pero me cuesta verme sin un horario repleto de asignaturas del que siempre me quejaba por la mala organización y el poco tiempo libre del que podía disponer.
Ahora, comienza una etapa diferente que espero que sea igual o mejor que la que he vivido en la Universidad durante estos cuatro años, ya que sin duda alguna ha sido de lo mejor, pues en ellos no sólo he aprendido la importancia de la Pedagogía en nuestra sociedad (ya que cuando entré en la carrera no sabía que una pedagoga podía realizar tantas funciones y trabajar en tantos sectores), sino también el verdadero significado de la amistad, entre otras cosas. Y…bueno…para que nos vamos a engañar, lo que viene siendo una buena fiesta que espero que sigan habiendo durante mucho tiempo.
En síntesis, lo que quiero reflejar con todo esto es que es normal que pasemos por diferentes etapas a lo largo de nuestra vida y, aunque a veces tengamos la sensación de estar perdidos y no saber muy bien qué hacer, se que al final sabremos decidir y tomar las mejores decisiones que nos permitan no sólo seguir adquiriendo conocimiento para ampliar nuestra formación y que podamos acceder a un mejor puesto de trabajo, sino también una serie de valores que son de gran importancia para la educación y la sociedad.
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